MENSAJE DEL PRESIDENTE |GRI 102-14|

La zafra 2018/2019 fue, sin lugar a dudas, una de las más desafiantes de nuestra historia. Esto se debe en gran medida a las coyunturas política y económica, marcadas por la lenta recuperación de la economía en medio de la incertidumbre propia de una carrera electoral, entre otros factores, que no solo sentimos nosotros, sino también los sectores en los que actuamos.

En nuestros negocios de distribución de combustibles, los principales impactos fueron la huelga de camioneros y la alta volatilidad de los precios internacionales. Para minimizarlos, encaminamos nuestros esfuerzos a la optimización de la estrategia de suministro y comercialización y a la priorización de las relaciones sostenibles con nuestros socios revendedores.

En los negocios de producción de etanol, azúcar y bioenergía, también vivimos un escenario adverso: esta temporada pasamos por contratiempos climáticos. Llovió en el “momento equivocado”. Tuvimos una sequía severa durante los cuatro primeros meses de la zafra, que afectó a nuestra productividad, y un periodo de fuertes precipitaciones, por encima de la media histórica en los últimos meses, que provocó paradas industriales y postergó el término de la zafra.

Pero la búsqueda de la excelencia en todo lo que hacemos reforzó la resiliencia de nuestro modelo de negocio en esa coyuntura, y seguimos entregando resultados sólidos. Las ventas totales de etanol compensaron la caída de las comercializaciones de azúcar y gasolina. En el consolidado, nuestro ebitda ajustado ascendió a 6.112,6 millones BRL y el beneficio neto fue de 2.235 millones BRL.

Nuestra plataforma de crecimiento se basa en la experiencia interna en logística, gestión de marca y agregación de valor, trading regional e internacional, eficiencia y productividad y en la relación con nuestros clientes y socios de negocio. Estamos vigilantes para conducir de forma competitiva las tendencias mundiales, como la demanda creciente de energía limpia, la aceleración de la revolución digital, los nuevos hábitos de los consumidores conectados, la tecnología de los automóviles eléctricos e híbridos y la perspectiva de la generación de energía distribuida.

Básicamente, estamos invirtiendo recursos para dar respaldo a nuestro liderazgo en la distribución de combustibles, como player privado, y en la producción de azúcar, etanol y bioenergía, para extender nuestro protagonismo a la agenda de transición energética con menor huella de carbono, avanzando en frentes como el etanol de segunda generación, el uso de la biomasa en la producción y trading de energía y la diversificación de fuentes energéticas.

Buscaremos, así, la máxima eficiencia en las áreas agrícola e industrial de nuestras 26 unidades de producción de etanol, azúcar y bioenergía, con tecnología de punta desde la plantación de caña hasta la cosecha y la molienda. Y con el apoyo de la red de revendedores, invertiremos cada vez más en la transformación digital en el mercado de combustibles, en el que hemos cambiado completamente la experiencia de repostaje, reformulando la experiencia de las tiendas Shell Select y ofreciendo la Shell Box como una alternativa que va más allá de una app de pago, creando un ecosistema de relación con nuestros clientes.

Con ese conjunto de propósitos, a pesar del escenario volátil de este ejercicio, mantuvimos el foco puesto en la obtención de buenos resultados, reflejo de la fuerza e integración de un equipo que trabaja para entregar hoy, ya con miras al futuro y a nuestras estrategias de largo plazo.

El último año colocamos la primera piedra de la planta de biogás de Bonfim, en Guariba (Sao Paulo). Con esta instalación, cuya inauguración está prevista para la primera mitad de la zafra 2020/2021, será posible aumentar en hasta un 40% la generación de energía de la planta. También en consonancia con nuestro compromiso de colaborar con una economía baja en carbono, pretendemos poner en marcha, en mayo de 2019, en Piracicaba (Sao Paulo), la operación de una planta-piloto de generación de energía fotovoltaica conectada directamente a la red de distribución. Nuestra intención, durante los próximos años, es crecer en el mercado de Generación Distribuida (GD), al mismo tiempo que diversificamos nuestra actuación con fuentes renovables.

Como empresa integrada de energía, anunciamos, además, en esta temporada de zafra, una joint venture con WX Energy para actuar en la comercialización de este recurso en el mercado libre, lo que aumenta nuestro porfolio en el apartado de energía eléctrica.

Mantenemos los ojos puestos en el futuro, pero sin perder de vista las demandas actuales para impulsar nuestro crecimiento ahora. Como una de las principales distribuidoras de combustibles de Brasil, identificamos una oportunidad de negocio en Argentina, donde adquirimos los activos de Shell. Considerando solo esa operación, proyectamos, conforme ya fue divulgado, alcanzar un ebitda superior a los 200 millones USD en 2019/2020.

Las nuevas operaciones, en Brasil y en el extranjero, no desviaron la atención en lo que ya es nuestra expertise. Mantuvimos el liderazgo en la exportación global de azúcar, del que somos la mayor productora mundial. Así mismo, en el año 2018/2019, trabajamos en la construcción de seis depósitos de azúcar, con lo que aumentamos, con respecto al ejercicio anterior, un 40% nuestra capacidad de almacenamiento para la comercialización durante el periodo entre cultivos, sobre todo en momentos de menor oferta en el mercado y mejores precios.

Durante una zafra más, no hemos dejado de compartir el mensaje de que la vida es lo que importa. Seguimos enfocados en la meta Cero Accidentes, y no cabe duda de que la nueva Universidad Raízen, reestructurada en 2018/2019, aumentará la seguridad y sumará más fuerzas si cabe en esta acometida.

También mostramos una conducción de los negocios íntegra y socialmente responsable. En 2018/2019, conquistamos la certificación Bonsucro para las fábricas Rafard y Barra —esta, además, pasó a ser la planta productora de mayor volumen del mundo en contar con el sello, lo que indica el cumplimiento de las mejores prácticas relacionadas con la sostenibilidad en el sector de azúcar y etanol—. Somos hoy responsables del área certificada más grande del planeta, con 21 plantas.

Mantenemos la expectativa de obtener unos mejores resultados la próxima zafra, incluso en un contexto todavía más competitivo, teniendo en cuenta la mayor producción de azúcar en los países asiáticos —principalmente en la India— y los ingresantes internacionales en el mercado de distribución de combustibles en Brasil. En ese escenario queremos competir con ética y responsabilidad social, reforzando el propósito de marcar la diferencia en la vida de la gente que camina con nosotros en esta trayectoria.

Disfrute de la lectura.

Luis Henrique Guimarães
Presidente

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