¡Vaya año! Asumí el mando de este equipo increíble de Raízen en un contexto nada usual. La pandemia que afectó al mundo entero daba señales de que sería un periodo diferente a cualquier otro que vivimos. Tuvimos que reinventarnos de la noche a la mañana. Y, el 1 de abril, cuando me convertí en CEO de Raízen, el escenario era de mucha incertidumbre. Lo que me enorgullece es que, a pesar de que todavía no hemos superado esta crisis sanitaria global, cuando miramos hacia atrás constatamos que, con toda la capacidad de realización de este equipo y la atención a la salud de las personas, hemos logrado importantes hitos en la historia de la compañía, conciliando una aportación social relevante en el contexto de la covid-19 con el continuo avance de nuestra agenda de negocios, cuyas operaciones son fundamentales para la sociedad y para la economía.
Extendiendo la responsabilidad y el cuidado más allá de nuestras operaciones, revisamos nuestra estrategia de desempeño social, con mejoras en la gobernanza para asegurar que este tema estuviera conectado con los negocios. En ese sentido, reforzamos la ambición de potenciar el desarrollo socioeconómico en los entornos de las operaciones, siendo un referente en cuanto al impacto social positivo en los sectores en los que operamos, al tiempo que: proporcionamos experiencias significativas a los empleados y empleadas mediante el programa de Voluntarios en Acción Raízen (VOAR); movilizamos recursos públicos y privados de forma planificada, monitoreada y sistemática; y promovemos una transformación social positiva a lo largo de toda la cadena.
Desde el inicio de la pandemia, nos hemos movilizado en una verdadera red solidaria —desde la producción y la donación masiva del tan esencial alcohol 70%, hasta los acuerdos de colaboración firmados con Natura, Ypê, CCR, Engie, Itaú Unibanco, Klabin, Petrobras y Vale, entre otras empresas que suman esfuerzos y competencias al servicio de la sociedad—. ¡Cada vida salvada es una victoria colectiva!
Actitudes como estas plasman nuestra legítima intención de incorporar a la gestión el capitalismo de stakeholder, un modelo en el que los intereses de las partes impactadas por las operaciones se consideran tan importantes como los intereses de los accionistas. En este sentido, asumimos en septiembre nueve compromisos sociales y ambientales como forma de hacer patente nuestro avance rumbo a las metas que aspiramos alcanzar los próximos 10 años, en sintonía con las agendas globales de desarrollo sostenible.
Hacer más con menos, reducir los impactos ambientales, dar valor a la calidad de vida de nuestro equipo, generar impactos sociales positivos y asegurar una economía circular son ejemplos de prácticas que siempre han formado parte del día a día de nuestras operaciones y que han de intensificarse para que podamos efectivamente presentar unos resultados positivos en relación con los compromisos asumidos.
No cabe duda de que disponemos de la estructura adecuada para lograr nuestras ambiciones. En cada zafra invertimos en la ampliación del porfolio, en la optimización de procesos y tecnologías, entre otras innovaciones que preservan cada vez más nuestro modelo de trabajo único e irreplicable y que nos permite mirar hacia adelante, aumentando nuestro desempeño a un nivel de protagonismo en la transición energética y redefiniendo el futuro de la energía.
Desde el campo hasta el consumidor, el perfeccionamiento continuo en tecnología comprende frentes como el de energías renovables, distribución de combustibles y retail, utilizando la inteligencia de un equipo preparado para la toma de decisiones. También incluye biocombustibles, bioelectricidad, biocombustibles avanzados y bioproductos, donde sobresalen el biogás y el etanol de segunda generación (E2G), nuestras dos grandes apuestas para el futuro.
Durante la zafra celebramos el inicio de las actividades en nuestra planta de biogás en Guariba (Sao Paulo), y disfrutamos de la condición de ser uno de los únicos players en el mundo operando a escala comercial en la producción de E2G. El producto se destaca por su mejor aprovechamiento de la materia prima, la caña de azúcar, al incrementar en hasta un 50% la producción de etanol en la misma área plantada, ampliando la posibilidad de servir a los mercados globales. Actualmente, nuestro E2G ya llega al mercado europeo y norteamericano, ayudando a empresas internacionales en el cumplimiento de sus metas de descarbonización.
Más del 70% de la materia prima extraída por los 23 parques bioenergéticos en operación bajo nuestra gestión en 2020/2021 está comprometida con el cumplimiento de los contratos ya firmados. El camino para ampliar nuestra disponibilidad de biomasa, agilizando la transición energética, pasa por la integración de nuevos activos. Una empresa financieramente muy sólida como la nuestra busca oportunidades de mercado con mucha disciplina de capital, y solo debe hacer negocios tras identificar un fit estratégico y un timing adecuado.
También nos mantenemos enfocados en ampliar nuestra participación en la cadena de valor del azúcar, un frente que puso de manifiesto la resiliencia de nuestro porfolio en 2020/2021. Si, por un lado, el consumo de combustible, especialmente en la aviación, cayó, por otro, las operaciones de azúcar equilibraron los resultados, tanto en volumen como en precio —al ser una empresa exportadora, sentimos efectos positivos en los ingresos a pesar de la devaluación del real brasileño frente al dólar estadounidense—.
No obstante, de lo que no cabe duda es que estamos muy bien situados para seguir ofreciendo la energía necesaria para movilizar a las personas y potenciar los negocios. La zafra 2020/2021 ha sido de muchos desafíos, pero también de muchas oportunidades. Cerramos el periodo a punto de celebrar 10 años de una trayectoria que nos ha transformado de ser productores de azúcar, etanol y bioenergía, y distribuidores de combustibles, en un referente mundial en bioenergía, dispuestos para un nuevo ciclo de crecimiento y expansión hacia nuestro mayor anhelo: liderar la transición energética. Mis agradecimientos a todo el equipo, que me incentiva cada día a seguir adelante, yendo más allá, siempre, para redefinir el futuro de la energía.
¡Muchas gracias!
Ricardo Mussa
CEO de Raízen