Las directrices sobre este tema están previstas en nuestra Política de Salud, Seguridad, Medio Ambiente y Sostenibilidad (EHS) y se comparten entre todos los miembros del equipo mediante una intensa agenda de concienciación, coordinada por los líderes que integran el comité ejecutivo especializado.

Los centros de distribución cuentan con la certificación OHSAS 18001 (en Brasil) e ISO 45001 (en Argentina), ambas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo. También contamos con el Sistema Integrado de Gestión de las Operaciones (SIGO), compuesto por nueve elementos, que incluyen el cuidado de la salud física y mental de los trabajadores y transitan por todas las jerarquías de nuestro equipo. Esta herramienta permite la distribución de conceptos, responsabilidades y aplicaciones sistémicas y de controles. El SIGO se implantó siguiendo las mejores prácticas del mercado y las normas internacionales, no solo teniendo en cuenta los requisitos legales. El alcance comprende todas las operaciones.

También como parte de la base documental, diseminamos, en los parques bioenergéticos, las “Cinco Reglas que Salvan Vidas”, que buscan despertar la atención de todos sobre comportamientos en cinco principales grupos que generarían accidentes más graves. Entre los conductores de vehículos de nuestra flota o que transportan nuestros productos, divulgamos los “Cinco Hábitos de Manejo Seguro”.

CINCO HÁBITOS DE MANEJO SEGURO

Cinco Regras Que Salvam Vidas

En nuestro calendario corporativo se destacan el “Día de la Seguridad”, evento que se celebra dos veces al año, poniendo en valor la vida y movilizando no solo a todos los colaboradores y colaboradoras a adoptar comportamientos seguros, sino también a proveedores, conductores y comunidades del entorno de nuestras operaciones; y el “Desafío de Brigadas”, que mejora el conocimiento técnico de los brigadistas en la respuesta a emergencias y fomenta el intercambio de experiencias entre estos profesionales, a la vez que difunde programas de comunicación de emergencias con las comunidades aledañas, reforzando nuestra preocupación por la seguridad de todos, dentro y alrededor de la cadena productiva.

En colaboración con representantes de la Policía Ambiental y la Secretaría de Infraestructura y Medio Ambiente del Estado de Sao Paulo, promovimos un webinario sobre prevención y combate de incendios en los campos de caña de azúcar. El evento contó con la presencia de representantes del sector, empleados y empleadas, periodistas y socios de negocio. Para las acciones de Prevención y Combate, desarrollamos un Protocolo con 39 procedimientos de seguridad, inédito en el sector, que tiene como objetivo la seguridad de los brigadistas, el aumento de la eficacia en el combate y la acción dentro de la legalidad. Más de 1.100 brigadistas fueron capacitados y, como recursos materiales extra, ahora contamos con 173 camiones con pitones automatizados, lo que aumenta significativamente la seguridad de las operaciones.

Además, los diálogos de seguridad, el Safety Tour, los momentos de seguridad y otras acciones cotidianas refuerzan la responsabilidad del líder de comunicar con su ejemplo las actitudes seguras en las operaciones de rutina.

Antes de cada actividad se realizan los Análisis de Seguridad de las Tareas (AST) y la Autoevaluación de Seguridad (AES), a partir de los cuales se identifican previamente los riesgos a los que un profesional puede estar expuesto, teniendo total libertad para comunicar cualquier inseguridad e incluso negarse a realizar la tarea hasta que no se verifiquen las condiciones.

En 2020/2021 implantamos en Argentina el Programa de Seguridad Conductual, inicialmente en los centros operativos con mayores riesgos. Esta iniciativa tiene como objetivo promover comportamientos seguros y reducir riesgos, asumiendo el compromiso diario con la seguridad como primer valor, observando a las personas y generando hábitos de trabajo seguros en todos los niveles del equipo.

En Argentina heredamos también un sistema de gestión basado en la Estructura de Control de HSE de Shell, basado en diferentes metodologías de Personal Safety Risk Assessment (PSRA), en el manual de autorización de trabajo, y en el análisis específico de los riesgos asociados a cada frente de trabajo. Las personas que normalmente gestionan estos documentos son graduados en higiene y seguridad personal o ingenieros químicos, en el caso de seguridad de procesos. La jerarquía de control es un concepto fundamental en nuestro sistema de gestión de riesgos.

Tanto en Brasil como en Argentina, se desarrollan matrices de riesgos para la salud en el trabajo (HRA) y matrices de seguridad personal (PSRA) que describen los riesgos asociados con cada trabajo, en términos de salud y seguridad personal, describiendo las barreras disponibles para minimizar su exposición.

Las iniciativas también incluyen capacitaciones en primeros auxilios, protección auditiva y respiratoria, uso de protectores, trabajos en altura, espacios confinados y operación de máquinas, entre otros previstos en las Normas Regulatorias, además de la formación en Soporte Vital Básico (BLS, por sus siglas en inglés) para profesionales de enfermería. Para cada equipo de trabajo, mantenemos una matriz de formación, actualizada a partir del estudio de los procesos de trabajo, entornos y tareas. Considerando las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias para contener la evolución de la pandemia de covid-19, se priorizaron las capacitaciones sobre los requisitos legales y los criterios de aislamiento social, como no compartir materiales y objetos, por ejemplo. |GRI 403-5|

En Brasil, la estructura corporativa cuenta con un gerente de salud ocupacional, coordinadores de higiene, un coordinador de sistemas de salud, un coordinador de enfermería, técnicos en seguridad del trabajo, un fonoaudiólogo y analistas. En Argentina, contamos con la coordinación integrada de los departamentos médicos propios. Se realizan auditorías internas y cruzadas para asegurar la calidad, eficiencia y eficacia de las medidas adoptadas.

Las cifras empleadas para gestionar el tema en las siguen las directrices previstas en el SIGO y las exigencias del Ministerio de Trabajo. Seguimos la evolución de los indicadores Número de accidentes con baja por millón de horas trabajadas (Lost Time Injury Frequency – LTIF) y Accidentes registrados por millones de horas trabajadas (Total Recordable Case Frequency – TRCF). Todos los incidentes se informan en un plazo de 24 horas a los dirigentes sénior, además de ser supervisados, en reuniones periódicas, por la Alta Dirección, la cual es evaluada en relación al desempeño de dicho indicador, considerado para la definición de la retribución variable.